29 de agosto de 2007

Temor por la erupción de un volcán en Ecuador (Título Diario La Nación)

Hace más de tres años, el 26 de diciembre de 2004, el mundo entero aprendió simultánea y abruptamente el significado de la palabra “Tsunami”. Una enorme ola originada en un terremoto con epicentro en el Océano Índico arrasó con buena parte de las paradisíacas playas asiáticas. Pasó por encima de cuanto objeto animado e inanimado se le antepuso, aniquilándolo. Bien lo saben quienes conocieron a algunas de las 300.000 víctimas fatales. Bien lo saben todos aquellos que hoy en día aún intentan reconstruir algo de lo que poseían aquél fatídico fin de año.
Un año después Estados Unidos fue castigado por un feroz huracán bautizado "Katrina". El ciclón destruyó Nueva Orleans y golpeó fuertemente Florida, Arkansas y Georgia entre otras ciudades. A su paso terminó con más de 1800 vidas e hizo desaparecer otras 700. Este año al Caribe le tocó enfrentar a Dean que ya suma 21 víctimas y amenaza a México con grandes inundaciones.
En Buenos Aires, hace poco tiempo, nos sorprendió un granizo del tamaño de pelotas de golf (cuando no de tenis...) Este invierno fue el más frío que debió enfrentar Argentina en mucho tiempo. Tanto tanto que, después de 89 años, nevó en la ciudad de Buenos Aires. En casi toda la provincia para ser más exacta. En casi todo el país para serlo más aún. Algo insólito. La gente festejaba y moría al mismo tiempo. La gente quería fiesta. También abrigo. Y pronostican que a un invierno atípicamente frío le sigue un verano atípicamente caluroso.
Dos semanas atrás un terremoto en Perú convirtió en ruinas varias de sus ciudades, como Pisco, Chincha e Ica. Los muertos oficiales rondan los 500 y los damnificados se multiplican por miles. El pueblo peruano aún llora y se sacude con los reflejos de aquél sismo.
Hoy tememos la erupción de “La Cumbre”, un volcán que habita las Islas Galápagos. Ayer comenzó a emitir señales amenazantes al desprender un abundante humo negro y ahora parece que estamos preocupados por el destino de la gran cantidad de flora y fauna que cubren las islas. Nos preocupa un cambio en su ecosistema.
Pareciera que alguien nos está queriendo decir algo, ¿no? Pero… así y todo… parece que no escucháramos. Hoy se inaugura el puerto a través del cuál la pastera finlandesa Botnia transportará sus productos hacia el resto del mundo luego de contaminar agua, tierra y aire rioplatense. En la otra punta del planeta, en Grecia, los bomberos no alcanzan con todos sus esfuerzos para detener los incendios forestales esparcidos por todo el país. Incendios provocados intencionalmente por gente que, como primera o segunda intención, está destruyendo el territorio y los recuerdos familiares de toda la humanidad.
Cuando la tierra se harte de nosotros y nos eche, no tendremos derecho a réplica.

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