27 de diciembre de 2007

ANUARIO Y DESORDEN

Tantas decisiones. Tan poco tiempo. O tantos años decidiendo. Dejarse arrastrar por la marea quizás sea lo mejor. Lo estoy haciendo cada tanto. No me ha ido muy bien. Pero sigo reivindicándolo. Igualmente todo pasa. Pasa tanto que apabulla. Pero, y si no pasa? Si no pasa no soy. Pero cómo cuesta que pase…
Tan solo un pequeño punto perdido. Un punto azul. Mientras tanto Chávez negocia intercambios de prisioneros con las FARC. Pero Ingrid seguirá allí por ahora. Me cambié de sistema jubilatorio. Y después de almorzar me espera Debi en la pileta.
Hay problemas con el mercado inmobiliario en la provincia de Buenos Aires. No se, lo escuché recién en TN. Mi viejo atiende gente sin parar. Su cara de cansancio o cara de tristeza. Cara de cansancio y de tristeza. Cara de culpa.
Sólo queda futuro y distintas maneras de lidiar con el pasado. Senderos que se bifurcan y senderos luminosos. Dicen que hay miradas que te vacían y miradas vacías. Yo no quiero de ninguna de las dos. Tampoco miradas densas, pesadas. Ya es tiempo de andar más livianos. Quiero posarme en miradas luminosas y serenas. Pero el teléfono no para de sonar y me perturba.
Me gusta tener empatía con la buena gente. Me sucede a diario. Lo disfruto concientemente. Recarga mi energía a veces disminuida por las nubes o por otros factores. Expandir el pecho y el alma. Respirar. Detener todo y meditar aunque suene metafísico y burgués.
Tantos sueños y deseos cumplidos. Se debe sentir satisfacción o puede que sienta vacío? También puedo llenarlo rápidamente con nuevos sueños y deseos. Quizás me cueste un poco más ahora. Para mis decisiones iré a buscar energía y luminosidad al altiplano. Dicen que los espíritus se reúnen en aquellas latitudes y yo quiero que guíen mi camino. Empezaré mis vigésimo sexto año por allí. Confió en ellos. Confió en mí. Pilar Bauzá, miembro de la organización Médicos Sin Fronteras fue secuestrada en Somalia. Yo pretendo que me secuestre la bruma del Pacífico.
Buscando hojas para escribir estas notas encontré un poema de Neruda. Y me acordé de Galeano. Y me acordé de Fernando. Y de los Mayas. Y del espíritu reaccionario trascendente que se sigue posando sobre ciertos corazones capaces de albergarlo. Será el mío uno de ellos? No me creo tan noble. No… Una pena. Pero me queda una alternativa: rodearme de aquellos corazones. Pero es que son tan sensibles! Parecen quebrarse continuamente. Pero es solo apariencia. En última instancia el único que se quiebra es el mío, porque no posee tal espíritu. Entonces sólo le queda la apariencia. Y la compañía. Y extraño a mi abuelo.
Y levitando como casi siempre veo mi cocina. Una hoja que se me está terminando. Un mate que ya anda frío y lavado. Paquetes de galletitas que no me molesté en abrir. Y la temperatura sigue subiendo confundiendo mis pensamientos y sentimientos como cada fin de año. Al fin y al cabo, si sucede cada fin de año entonces no hay de qué preocuparse. Pronto volverá la claridad (aunque la lee borra me dijo que siempre la tendría!! Mentirosa…) Volverá la claridad y quizás también me despabile un poco, quizás deje de estar confortablemente adormecida y sea más valiente. Quizás liberen a Ingrid en Colombia y a Pilar en Somalia. Quizás vuelva a funcionar el Registro de la Propiedad. Y quizás mis aportes empiecen a ir al Estado.